Viaje por mi casa

         Julio Verne  y lo posible de lo imposible narrado en sus novelas sobre viajes, abrió la escotilla a la propuesta de  imaginar una ruta que transformase nuestra propia casa, tan cercana, en otro mundo…

      Desde que entro en mi casa puedo encontrarme con lugares de España, visitemos Extremadura, la cocina lugar de buen jamón y comida donde sus olores puede que hagan la boca agua. Podemos ir también en un abrir y cerrar de ojos a Ibiza, el salón, rincón de descanso y comodidad, al fondo te puedes encontrar Andalucía por el ambiente que hay cuando estás sola la casa. Del sur al norte nada más que doblando la esquina. Ahora si queréis damos rumbo a Soria, cuarto de baño, donde está uno de los mejores balnearios y por último los Pirineos, donde se encuentra un bosque, aunque eso parece una selva por la leona que se habita. Espero que les haya gustado y vuelvan pronto.

Rocío Villafanes 4ºESO-A

        Me levanto un domingo por la mañana y me despierta un olor a pan recién hecho, procede de la cocina, un olor que parece llenarme de calor. Poco después veo mis discos y solo me apetece volar con la música, despegar y dejarme llevar, cojo mi guitarra y me tiro horas como cada día, disfrutando de cada acorde. Pero mi zona favorita de la casa es el sofá, estar horas viendo la televisión sin hacer nada.

Alejandro David Ortiz Ruiz 4ºESO-B

        Sus paredes son rojas como el carmín. El suelo, los árboles que hay delante de mi casa. Su techo es de nieve. El pasillo muy extenso, sin fin, del color de una tarta de recién casados. A la derecha, mi habitación, gris, como el invierno que está a punto de aparecer. Allí paso casi todas las horas del día. En frente, otra habitación, color de mar, un póster enorme con estrellas, hace desaparecer el techo. Impresiona.
Hay un rincón de mi casa que es como una zona de juego, allí pasa mi hermana pequeña todo el día con sus muñecas.
Y por fin llegamos al salón, el mejor sitio. Todos nos reunimos aquí para comer, para cenar, sus paredes beige muy acogedoras.

Estefanía Barroso Guillén 4ºESO-B

        Desde unos ojos claros pero adormecidos, al levantarme de la cama busco la nevera como naúfrago. Tras saciar mi boca, toca atravesar un gran salón desproporcionado con su estrecho pasillo. Enciendo la luz y me lavo la cara. Ahora ya miro con otros ojos.
Salgo en busca de mis atuendos. Me siento en mi segunda cama a ver la televisión .Solo tragedias y desgracias .Me levanto y acabo por donde todo empieza, por la entrada, recordando que no hice el relato de Lengua.

Víctor Soares 4ºESO-B

         Soy azul, compuesto por varios trocitos cuadrados y brillantes y sirvo para una sola cosa, ser pisoteado. Me siento en desventaja respecto a mis colegas e mármol, ya que con ellos se tiene más cuidado, en cambio en mi frecuentemente se cae encima algo de zumo de piña o migas de pan, menos mal que me limpian a diario, porque si no, sería un caos.
Os hablaré un poco sobre mis colegas, y por qué los envidio:
Al entrar en la casa, lo primero con lo que se encuentra la gente, es con un brillante suelo de mármol, y al dirigirse al salón, sobre él se encuentran con un cómodo y rojo sofá con almohadas blancas, que recuerda a un gran caramelo. Esa serenidad que transmite, es interrumpida por un imponente sillón de cuero negro. Sobre el suelo del salón, también se encuentra una mesita de madera oscura, y un mueble grande del mismo color, que alberga la televisión, unas tazas de recuerdo de varios países y una graciosa banderita de España.
Al seguir caminando por mis colegas de mármol, se puede encontrar una pequeña sala, con un piano que está directamente comunicada con dos habitaciones, en una hay mucha tranquilidad, y en la otra aparte de dormir, juegan, cantan, hacen locuras, etc.

Marianne Cristina De Sousa 4ºESO-B

         Cuando entro en mi casa y paso por el pasillo parece que estoy en un bosque precioso, verde como el césped. El salón es un pequeño cine. Después voy a la cocina y estoy volando por las nubes. De allí al ir al baño y por ultimo mi gran habitación, en ella estoy como en el castillo de Disney.

Isabel María Corbacho Aguilar 1º ESO- B

        Mi casa es ni muy grande ni muy chiquitita. Las habitaciones son bonitas pero no muy grandes. Primero entramos en la mía que es como una prueba de obstáculos, tienes que ir saltando y esquivando objetos. Luego la de mis hermanas, que están como un jardín de margaritas. La de mis padres es muy larga y muy espaciosa, aunque no tanto como el salón que es lo que más me gusta porque es mi lugar de relajación, es donde veo la tele. La cocina es pequeñita pero muy acogedora; los baños son azules como el cielo; el patio es grande para jugar con la pelota y el garaje muy feo, una flor con los pétalos sin colores.

Manuel Antonio Muñoz Nicolás 4ºESO-B

        Me tiro de la cama en un avión gigante y parece que vaya a caer al vacío, pero empiezo a planear y veo: papeleras gigantes, un escritorio monstruoso, un armario más grande que el Empire State... Cuando ya es hora de merendar voy a la cocina a hacerme un bocadillo y un cola-cao ¡de mi estatura! Sigo volando y llego al salón, tan inmenso como el Himalaya, para llegar luego al cuarto de mis padres y es mucho más enano que el salón. El final del viaje es en el de mis hermanos que aunque es como el mío, tiene muchas más cosas como la play-3 y otros juegos.

Mario Carmona Damián 1º ESO-B

        Mi casa es como una estación de trenes. Entras por la puerta gigante y pasas a mi habitación que como es de color azul parece el mar y la cama un barco grandullón. Siguiendo, aparece el cuarto de mi hermana que es un castillo de princesas y también el de mi madre, que para mi, es una salita de estar. Al visitar la cocina me como un plato de macarrones grandísimo y, al final del trayecto, en el salón descanso de tanto ajetreo viendo la tele gigantesca.

Agustín Álvarez Gómez 1ºESO-B

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